La oración es el constituyente sintáctico más pequeño posible, capaz de realizar un enunciado o expresar el contenido de una proposición lógica, un mandato, una petición, una pregunta o, en general, un acto ilocutivo que incluya algún tipo de predicación. Se diferencia de las frases en su completitud descriptiva. A veces se usa el término cláusula
para designar un constituyente sintáctico con estructura oracional,
pero dependiente sintácticamente de otra unidad mayor careciendo también
de independencia semántica, o fonológica. Esta falta de autonomía es la
principal referencia respecto de la oración, unidad completa e
independiente, ya que necesita relacionarse con otras cláusulas dentro
de la oración principal.
Una definición tradicional es: «La oración es la palabra o conjunto
de palabras qué tiene sentido completo y autonomía sintáctica» que
aunque es imprecisa, trata de reflejar el hecho de que la oración
pragmáticamente es el fragmento más pequeño del discurso que comunica
una idea completa y posee independencia (es decir, podría sacarse del
contexto y seguir comunicando). Debe tenerse presente que técnicamente
los términos enunciado, proposición y oración
no son sinónimos, ya que el primero se refiere a aspectos pragmáticos,
el segundo lógicos y semánticos y el último puramente gramaticales.
Fonológicamente las oraciones están delimitadas prosódicamente por pausas y gráficamente por comas o puntos. En las escuelas formalistas, es la unidad de análisis fundamental.